antes de la final de la Copa América 2011 en las cercanías del estadio Monumental de Núñez.
Temprano, las avenidas Figueroa Alcorta y Udaondo comenzaron a poblarse de hinchas de uno y otro país, que además de intercambiar chanzas y cánticos en su camino a la cancha
recordaron la eliminación de la Selección argentina en los cuartos de final del torneo.
"Y ya lo ve, y ya lo ve, para Argentina que lo mira por TV", gritaban los simpatizantes al llegar al estadio, animados por decenas de cámaras de televisión que buscaban registrar todo el
color que presentaba la final antes del duelo por la gloria en la cancha de River.
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--Silbatina para Blatter y Leoz--
Una chillante silbatina acompañó esta tarde el anuncio por los altoparlantes del estadio de la presencia del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, para asistir el partido junto al titular de la Conmebol, Nicolás Leoz.
Si bien Leoz registró unos tibios aplausos de parte de sus compatriotas paraguayos, en medio de silbidos y abucheos de los uruguayos, la mayor reprobación del público en la cancha -más de 45 mil personas- se la llevó Blatter antes de tomar parte en la ceremonia de premiación.
En ese acto, al término del match que la "Celeste" ganó por 3 a 0, también fue silbado el capo de la AFA, Julio Grondona.
El suizo Blatter, de visita en Argentina antes de una reunión en Brasil con motivo de la organización del Mundial 2014 en ese país, ya había estado el sábado en el encuentro por el tercer puesto en La Plata.
Allí, también entregó medallas a los planteles de Perú y Venezuela al término del encuentro en el que los incaicos golearon por 4-1 a la "Vinotinto", sin embargo, su presencia pasó casi inadvertida, al menos para el público en el estadio techado de la capital bonaerense.
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--Árbitros obedientes--
Los árbitros realizaron la entrada en calor a un costado del campo, simultáneamente con el trabajo de los planteles.
Un preparador físico les daba indicaciones y las autoridades del partido, que siempre imparten órdenes, llamaron la atención por lo obedientes.
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--Choferes abstenerse--
Se encargaron de trasladar a los planteles de fútbol y a las delegaciones de la Copa América durante todo el torneo.
Sin embargo, en el contrato de trabajo -seguramente- no estaba incluida la posibilidad de asistir a la final del certamen entre Uruguay y Paraguay.
Los choferes de la empresa de ómnibus oficial de la competencia se agruparon en cercanías de uno de los ingresos a la zona de palcos y plateas del estadio, pero solo unos pocos
lograron traspasar los controles, cuando todos se apuraban por entrar al grito de, "Vamos que empieza".
Al final, tuvieron que ingeniárselas para "espiar" al menos el partido y no perderse la fiesta que montaron uruguayos y paraguayos en la cancha de River.
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--Zaira no pasó inadvertida--
Un grupo de hinchas uruguayos desplegó antes del partido una bandera que decía: "Argentina se quedó con Zaira, nosotros con la Copa".
La premonición se cumplió, y además con yapa, porque el ex novio de la modelo Zaira Nara, el goleador Diego Forlán, marcó dos tantos en la final.
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