Con banderas, cántitos y hasta utilizando la música de la banda santafesina de cumbia Los Palmeras, los habitantes de la provincia quisieron cambiar la impresión que habían dejado hace poco más de una semana.
La movida había empezado el viernes, cuando pretendieron realizar una gigantesca caravana en la llegada de la delegación albiceleste, pero la intensa lluvia lo impidió.
Así tuvieron que conformarse con el afecto que pudieran demostrarle en la puerta del hotel de concentración argentino y en el mismo estadio de Colón de Santa Fe.
Con la odiosa comparación que recibieron los santafesinos luego del aliento que recibió la Selección argentina en Córdoba, las opciones se reducían a un constante griterío de nombres y apodos de los jugadores argentinos.
Así empezaron con el arquero Sergio Romero, cuando salió a realizar la entrada en calor, y continuaron en las banderas que decoraron los cuatro costados del estadio Brigadier López.
Y entre tantos "trapos" el nombre que sobresalió fue el de Lionel Messi. El astro argentino blanco de las críticas cuando su nivel en los dos partidos no fue el mejor pareció un cura de
iglesia de pueblo, ya que todos buscaban su perdón. "Messi: Perdonalos, no saben lo que dicen", "Messi yo no te silbé" y "Lío, gracias por tanto, perdón por tan poco", fueron
algunas de las más características.
En la previa, también, hasta el grupo de cumbia Los Palmeras trataron de sumarse a las disculpas de todo un pueblo, incluyendo su nombre en los típicos cánticos de las canchas argentinas, reformados a su ritmo.
El ciclo se completó cuando el propio Messi y toda la Selección argentina pisó el césped del Cementerio de los Elefantes, para recibir el apoyo que tanto se había reclamado.
Sin embargo, la fiesta no fue completa, porque en ese momento, cuando los 37 mil argentinos corearon el nombre de Messi, el astro del Barcelona ni siquiera levantó su brazo. ¿Resentimiento? ¿O la actitud propia de una mala persona, o un mal argentino que ni siquiera canta su himno?
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