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| Alexandre Pato y el defensor David Luiz durante el entrenamiento realizado ayer por la selección de Brasil |
Desde la Copa 1993 disputada en Ecuador y en la que Argentina derrotó por penales en cuartos de final a los verdeamarelhos para luego ser campeón, Brasil se cruzó siempre en el camino de la Selección albiceleste y le ganó.
En algunos casos, el traspié significó la eliminación para el equipo nacional y, en otros, ver aniquilado su sueño de campeón en la mismísima final, como ocurrió en los dos últimos torneos.
Considerando que por decisión de la AFA la Selección no viajó a Colombia en 2001, Argentina cayó en 1995 (Uruguay), 1999 (Paraguay), 2004 (Perú) y 2007 (Venezuela), en todas las ediciones con su máximo adversario regional.
Ahora, el conjunto nacional de la mano de Lionel Messi y compañía, buscará revertir la historia y ante los ojos de su público recuperar el trofeo y sacarse de encima el karma que significó Brasil en los últimos años.
Pero desde su búnker del hotel Los Cardales, en el partido bonaerense de Campana, los brasileños tejen su sueño de dar el golpe y vencer a la Argentina -que ganó 14 veces el título- en su propio país.
Consultados por Noticias Argentinas acerca de la expectativa que genera esta situación en el plantel, el zaguero central Thiago Silva y el mediocampista central Sandro, admitieron el
poderío que tiene la Argentina que la presión está del lado argentino.
"Hay que pensar en ganar y crecer en el campeonato. Argentina tiene una gran selección que viene jugando hace mucho tiempo y porque juegan en su país están bien encarados para llegar a la final", expresó Sandro, actualmente en el Tottenham inglés y reemplazante natural del "5" titular Lucas Leiva.
A pesar del favoritismo que muchos atribuyen a la Selección local justamente por su condición de anfitrión, Sandro aseguró que en Brasil -que consiguió el trofeo en ocho oportunidades- la
confianza es "muy grande" para llegar a la final e incluso dejó su deseo.
"Tenemos una confianza muy grande para estar en la final, quien sabe que quizá nos encontremos con Argentina y ojalá que Brasil sea campeón nuevamente", sostuvo.
Asimismo, el volante central consideró que la presión por la localía influirá en los jugadores argentinos, sobre todo si no logran un buen resultado en el debut frente a Bolivia, el
viernes en el estadio Ciudad de La Plata.
Por su parte, Thiago Silva, una de las piezas fundamentales de la defensa del conjunto dirigido por "Mano" Menezes, evitó referirse sólo a un jugador argentino al responder sobre la
marca más difícil que deberá afrontar.
"No sé si hablar de un jugador solo, cuando se trata de una Selección merecen un gran respeto. Siempre es muy difícil enfrentar a Argentina porque son jugadores con cualidades, sea con Messi o sin Messi", completó.
Está claro que ambos conjuntos parecen estar predestinados a escribir una historia aparte entre ellos cada vez que se disputa la Copa América, como queda en evidencia al repasar las últimas adiciones del certamen, cuando la alegría -lamentablemente para Argentina- fue sólo brasileña.
¿Qué fue lo que sucedió?
En Uruguay 1995, la recordada y polémica mano de Tulio sumado a la poca puntería en los penales dejaron al conjunto dirigido en aquel entonces por Daniel Passarella fuera de la Copa en los cuartos de final.
Cuatro años después en la localidad paraguaya de Ciudad del Este, también por los cuartos de final, Ronaldo y Rivaldo dieron vuelta el encuentro que había empezado ganando la Argentina de Marcelo Bielsa con un gol tempranero de Juan Pablo Sorín.
Y en las últimas dos ediciones, Brasil fue verdugo de Argentina en la final de la competencia, incluso pese a haber sido inferior en el desarrollo del juego.
En Perú, un par de semanas antes de que Bielsa dejara la conducción de la Selección, la "Bestia" Adriano apareció en el último minuto para amargar a los albicelestes, que ganaban con goles de "Kily" González y "Chelo" Delgado, y luego volvieron a fallar en la definición por penales.
Y hace cuatro temporadas, en la calurosa Venezuela, Baptista abrió el camino a los cuatro minutos y un gol de Roberto Ayala en contra sepultó las chances de los conducidos por Alfio "Coco" Basile, que no encontraron el rumbo del partido y terminaron en el segundo escalón del podio.
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