Temperley se complicó solito ante Yupanqui, pero en el momento más flojo el Rayo Campomar definió el pleito.
Sufrió más de lo pensado. A pesar de haber marcado territorio rápidamente, Temperley no supo aprovechar su momento y dejó crecer a Yupanqui. Cuando el empate se olía con mayor intensidad, a través de la sociedad Fernández-Campomar, el Celeste logró la clasificación.
El equipo alternativo del local no se apiadó del Trapero en el inicio del juego. Una falta infantil de Quiroga sobre Agustín Campomar causó un tiro libre que Ignacio Fernández clavó de zurda a los 6 minutos. El Gasolero apretó a fondo el pedal del acelerador con las corridas del 11, allí se notó la diferencia de dos categorías. Con el transcurso de los minutos, el club de Villa Lugano tomó la posesión del balón, sobre todo a través de Bilbao. Sólo le faltó generar jugadas de riesgo por mérito propio. Las dos chances de la visita llegaron por errores defensivos: Perassi quiso despejar de cabeza y casi la mete en contra. Luego fue De Bórtoli quien falló en un saque y Aranda casi mete el 1-1.
La supremacía de Yupanqui se mantuvo, Temperley había perdido el rumbo. Campomar le dio la ventaja parcial, que el Cele no supo sostener. El descuento fue justo y el arquero Britos estuvo cerca de meter el empate de cabeza. La visita mereció otro final, pero el rayo lo electrocutó a tiempo.
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