En familia, los cordobeses apoyaron a la Selección, entre vuvuzelas y ovaciones

Vista aérea del Mario Alberto Kempes en Córdoba

Córdoba recibió  con euforia por primera vez a la Selección argentina en esta  Copa América y numerosas familias se acercaron hasta el estadio Mario Alberto Kempes para alentar en forma constante al equipo y renovar el frenético sonido de las vuvuzelas que hicieron furor en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Pese a ser un lunes laboral en la capital de la provincia  mediterránea.  la gente comenzó a vestir los colores albicelestes desde temprano, claramente contemplable en la céntrica Plaza San  Martín, rodeada por el Cabildo y la imponente Catedral cordobesa.
El clima no cesó y mientras se acercaba la hora del partido,  los gritos que aclamaban por una victoria de la Selección se  multiplicaban cuando se reconocía a algún periodista.
Muchos padres con sus hijos se acercaron desde muy temprano a  los alrededores del estadio que lleva el nombre del "Matador"Mario Alberto Kempes, quien antes del inicio recibió una merecida ovación de las casi 60 mil personas que llenaron el ex mundialista.
Además de recordar a Kempes –autor del primer gol en este  escenario-, el estadio emplazado en el barrio Chateau Carreras no  olvidó a glorias de los cuatro clubes más populares de la  provincia, a quienes premió con su nombre en cada una de las tribunas.
Así, a través de una consulta popular, se determinó que la tribuna Norte se denomine Daniel Wellington –ex Talleres-, la Sur Luis Fabián Artime –goleador de Belgrano-, la platea Este
Roberto Gasparini –identificado con el Racing cordobés- y el campeón del mundo 1978 Osvaldo Ardiles –de paso por Instituto-.
Esas tribunas se empezaron a poblar poco después de las 19:00 y una hora antes del partido estaban prácticamente repletas, lo que demostraba las ansias del público cordobés de volver a ver a la Selección en su provincia después de dos años.
Tuvo todos los condimentos la presencia del conjunto albiceleste, con bombos, cantitos característicos de la hinchada argentina y hasta el frenético sonido de las vuvuzelas, que
tuvieron su paso triunfal en Sudáfrica 2010.
Así, la Selección recibió el apoyo que esperaba tras días difíciles de convivencia por el rendimiento y los resultados que había mostrado en esta Copa América que, en Córdoba, vivió su primera noche de fiesta.